Hace unos días tuve una comida interesante con una persona que había dedicado más de 20 años de su vida profesional a una gran multinacional norteamericana.
Un currículum de esos que asustan: puestos directivos, experiencia amplia, contactos de primer nivel y, según ella, muy querida y respetada en su entorno profesional.
Lo que podríamos llamar un "Superstar Corporativo".
De repente, esta persona se encuentra fuera de la empresa. Las razones, no muy claras; pero el resultado evidente: fuera del ecosistema cómodo y protector de una gran multinacional. Y aquí viene el giro: al empezar a contarme su proyecto de emprendimiento, la cosa cambia radicalmente.
El proyecto tiene cero planificación, cero validación, cero consistencia. No encaja en ninguna necesidad clara del mercado, desconoce los principios básicos del emprendimiento y parece haber olvidado cómo aplicar todas esas maravillosas habilidades desarrolladas durante décadas.
Y es que este patrón lo veo con frecuencia: profesionales con currículos que brillan más que una camisa de lentejuelas en Nochevieja, pero incapaces de lanzar un proyecto desde cero.
¿La razón? Les falta humildad.
Porque empezar de cero no es fácil, sobre todo cuando vienes acostumbrado a despachos grandes, presupuestos amplios y recursos casi infinitos.
Emprender es un ejercicio de humildad radical. Significa volver a aprenderlo todo desde el principio, reutilizar lo que tienes a mano, evaluar cada paso con lupa y, sobre todo, aceptar que tus recursos son limitados y que debes sacarle el máximo partido a cada céntimo y cada minuto.
Afilar tus garras en este nuevo contexto significa entender que el brillo del pasado no garantiza el éxito futuro. Significa comprender que la validación de mercado, la planificación, la reflexión estratégica y la comunicación clara son absolutamente imprescindibles.
O dejas atrás tu ego y empiezas a reaprender desde abajo, o prepárate para que la realidad te dé una bofetada de humildad en toda regla.
Pero tranquilo, que no estás solo en esto. Precisamente para personas como tú, he escrito mi libro "Incontratables". Aquí encontrarás las claves para convertir tu experiencia en un emprendimiento sólido, validar correctamente tus ideas, construir tu imagen personal y posicionarte como experto desde cero. Porque si algo necesitas ahora, es un manual práctico que te ayude a salir adelante.
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Algunos se plantean que su profesión no vale para emprender proyectos. Médicos, psicólogos, abogados…
No es así. Conozco a muchos de esos profesionales con impresionantes proyectos en sus manos que no tienen que ver con sus licenciaturas. Aunque en ocasiones algo sí.
Muchos ejemplos he visto de este perfil